Noticia • 26/03/2025
Cáritas participa en los Encuentros Cuaresmales con el programa intergeneracional “Caminando Juntos”
La Parroquia Nuestra Madre del Buen Consejo (PP. Agustinos) acogió el pasado día 12, el penúltimo de los Encuentros Cuaresmales de la Diócesis de León, protagonizado por el programa intergeneracional ‘Caminando juntos’ de Cáritas Diocesana de León.
Durante aprox. una hora, tomaron la palabra Nacha y Carmen, voluntarias adultas del programa que con Pilar y Manuela, residentes de la residencia Virgen del Camino y Paz, directora de dicho centro, fueron explicando en qué consiste este programa capaz de crear puentes entre generaciones y cómo cada encuentro es un intercambio de mundos, de abrazos, de risas, de recuerdos, de historias personales entre todos los que participan en el cada semana.
Laura , voluntaria joven, hizo una reflexión personal de lo que ha significado para ella su trayectoria en Caminando Juntos desde su época de estudiante de secundaria, y cómo este voluntariado ha marcado su formación y su vida.
Para terminar, M. José, técnico del programa, completó la charla con un balance del programa y añadió un enfoque de futuro como gesto de esperanza.
Con la proyección de un video-resumen con fotos terminó la sesión abriendo el turno de preguntas para todos los presentes.
Para concluir, rescatamos este fragmento que nos brindó Carmen ayer durante su intervención: “Vivimos una época en la que todo tiene que ser útil económicamente y no sabemos qué hacer con aquello que no produce rendimiento. Esto es lo que pasa con los niños, los ancianos, las personas con alguna enfermedad o las que viven con discapacidad, parece que en el momento vital que un ser humano deja de ser productivo, dejara de ser persona. Y sí, se atienden sus necesidades básicas en la mayoría de los casos: salud, comida, un techo donde vivir, etc, pero sus necesidades emocionales quedan en el olvido: un abrazo cuando lo necesitan, hablar y contar sus cosas, como se sienten, sus miedos, sus alegrías … algo que es tan importante en el principio y el final de la vida o ante una enfermedad o cuando no te sientes válido en una sociedad que muestra tanta falsa perfección miremos donde miremos. Por eso creo que el voluntariado y programas como “Caminando Juntos” tienen más sentido que nunca”.